La zona de Los Álamos se convierte en un ‘botellón’ en tierra de nadie. Málaga

La estudiante Mercedes Ortega no había sido hasta ahora una asidua a salir por los chiringuitos de Los Álamos. Según comenta, «el hecho de nos hayan contado a mí y a mis amigas que se podía beber en el aparcamiento del paseo es claramente un punto a favor para que hayamos venido».

El paseo marítimo de Los Álamos lleva varios veranos convirtiéndose en uno de los puntos más importantes de la ‘marcha’ malagueña, tanto en los días de diario como en los fines de semana. Para una buena parte de los jóvenes que salen por esa zona consultados por SUR, el mayor atractivo es la posibilidad, extinguida en el Centro Histórico, de hacer botellón antes de entrar a alguno de los locales. Estructurado en dos zonas, esta práctica tiene la peculiaridad en este emplazamiento de que colindan los municipios de Torremolinos y Málaga, y por tanto las funciones de multar por beber en la vía pública pueden variar de un metro a otro.

Jóvenes bebiendo en el paseo marítimo de Los Álamos. :: YHASMINA GARCÍA

Tal como comentan algunos vecinos afectados por los ruidos, el botellón tiene cabida porque en el lado de Málaga la Policía Local «ni siquiera aparece», y del lado de Torremolinos «se limitan a advertir unas cuantas veces, y hasta que alguien no se pone ‘gallito’, no multan». Para Vicente Jiménez, vecino del distrito de Churriana y afectado -su casa está detrás del aparcamiento del paseo-, «el problema radica en que si no llama ningún residente, la Policía Local no viene, y cuando viene, multan a los que estén en ese momento, pero después llegan otros».

Una vez pasada la ‘frontera’, ya en el lado de Torremolinos, la presencia de la Policía Local sí es una realidad a partir de las 00.30 horas -el botellón comienza en torno las 22.30- pero se limitan, según Jorge Gallardo, presidente de la comunidad de vecinos de Los Álamos, a «sugerir que se vayan la primera vez que pasan, a advertir en la segunda y ya a multar en la tercera ocasión que circulan entre el botellón, pero para entonces ya es más de la 1.30 de la mañana».

Para el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Málaga, Julio Andrade, este «es un problema real para el que se han tomado medidas, aunque es difícil». Por ello, a partir de este fin de semana la policía de la capital de la Costa de Sol establecerá un dispositivo especial para controlar y sobre todo «evitar» las acumulaciones de personas bebiendo en la vía pública dentro del término municipal de Málaga. Aunque para algunos vecinos esta medida llega tarde, Andrade afirma que ya llevan un tiempo observando una mayor afluencia de gente y que, por tanto, «ya se ha incrementado el número de denuncias y sanciones, tanto por el consumo de alcohol como por el de estupefacientes».

Conflicto ‘fronterizo’

Sin embargo, desde fuentes oficiales del Ayuntamiento de Torremolinos se niega la citada práctica en todo el paseo. El portavoz del consistorio afirmó a este periódico que «en nuestro municipio no se bebe en la calle, y al que se le pilla se le multa», a lo que agregó que «donde se hace el botellón es en la zona que pertenece a Málaga». Estas declaraciones contrastan con las realizadas por los vecinos y los asiduos a los chiringuitos de la zona. Según Elena Porras, una joven estudiante malagueña y habitual de Los Álamos, «alguna vez los policías locales de Torremolinos nos han dicho en el aparcamiento que aquí no podíamos estar, que el lugar para estar con las botellas era el paseo, y que no fuéramos cada dos por tres a ‘recargar’ las copas al coche».

Según algunos policías locales consultados por este periódico, el funcionamiento del dispositivo «comienza en torno a las 00.30 porque hay que ir a otros sitios primero», y añaden que «no multamos a la primera, avisamos unas cuantas veces, y ya si pasado un rato no se van, procedemos a multar».

Denuncias

Para Jorge Gallardo, que además de presidir su junta de vecinos está creando una plataforma para defender la convivencia ciudadana en la zona, «esto no se acaba porque el Ayuntamiento de Torremolinos así como el de Málaga no quieren».

Este líder vecinal registró ayer en un conocido bufete de abogados en torno a 50 folios de quejas de sus convecinos. Además, asegura que solo en este último mes han registrado alrededor de 25 denuncias, tanto en la policía como en la Junta de Andalucía, aunque, asegura, «no nos hacen ningún caso». «Mientras -concluye- el tiempo pasa y no podemos dormir ningún día de la semana».