La Policía Local divide sus fuerzas para controlar el ‘botellón’ en Jerez

Un año después del crimen que le costó la vida al menor llamado Jairo, el botellódromo ya no es lo que era. La Policía Local sigue destinando igual número de efectivos al control de esta perversión de la ley que permite, contra la norma autonómica, consumir bebidas alcohólicas en la vía pública.

Javier Romero, secretario general del Sindicato Independiente de la Policía Local (SIP), aseguró ayer a este medio que el número de efectivos que se destinan al control de este fenómeno «son los mismos que hace un año», si bien puntualizó que en la zona del botellódromo hay menos efectivos destinados. La razón no es otra que la menor afluencia de jóvenes a esta instalación así como la ‘apertura’, llamémosla así, de nuevas zonas en las que se consume lo que se ha dado en denominar como el ‘botellón ilegal’.

Imagen de un control de la Policía Local en la Ronda del Caracol, en las inmediaciones de San Mateo./Pascual

Básicamente, las zonas en las que la Policía Local (según las referidas fuentes del SIP) realiza labores de control son en la barriada España y en el botellón de San Mateo, el cual se anima especialmente en lo que algunos jóvenes han dado en llamar como el ‘previernes’ o el ‘superjueves’. En el caso en concreto de la Barriada España hay muchos mayores y menores de edad que se concentran antes y después de acceder a las discotecas de las inmediaciones. De esta forma minimizan el consumo en estos locales gracias a la práctica del ‘botellón’.

Desde el SIP vienen a dejar claro que sería absurdo mantener una dotación de policías en un ‘botellódromo’ vacío cuando en otras zonas de la ciudad prolifera este fenómeno. Dichas fuentes apuntan que en el ‘botellódromo’ del recinto ferial del Parque González Hontoria se están destinando dos unidades, «intentando en todo momento que al menos una de ellas vaya con un coche patrulla». Si no se consigue la otra unidad (pareja) vigila la zona a pie.

No tiene mejor suerte la zona de la Barriada España donde la vigilancia, apunta Javier Romero, se realiza siempre a pie. Y lo que es más grave: en plena noche. No es lo mismo ver una patrulla peatonal por la calle Larga de día y a pie que verla en la oscuridad de la noche y en un lugar repleto de jóvenes que consumen alcohol. Fueron precisamente las denuncias vertidas por los vecinos las que motivaron que se destinara al lugar una patrulla peatonal. Fue exactamente lo mismo que motivó que otra patrulla peatonal fuera destinada a San Mateo, otro de los focos de ese consumo callejero de alcohol que, nunca está de más recordarlo, está prohibido por la ley.

Según apuntó ayer la delegada municipal de Juventud, Lidia Menacho, los efectivos policiales destinados al control de este fenómeno no sólo no han disminuido, «sino que se han incrementado al realizarse vigilancias en nuevos focos». La versión del SIP, contra lo comunicado por algunos medios, es que no se ha disminuido el número de agentes, sino que se han repartido, pero jamás aumentado.

Según dijo Menacho, la afluencia de jóvenes al ‘botellódromo’ disminuye de una forma espectacular cuando llega el verano. Tanto es así que según dijo ayer, por cada tres personas que van a esta zona de ‘ocio’ el fin de semana en invierno, cuando llega el estío apenas lo hace una de ellas. Es decir, el descenso de ‘usuarios’ se reduce en un 66%, o lo que es lo mismo, en dos tercios.

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